miércoles, 24 de junio de 2009

UNA SEMANA BAILANDO CON LA BRUJA RUCASIA

A los educadores
que ríen y sueñan.


Rucasia es una bruja malísima. Tiene los pelos alborotados y la nariz en forma de alcayata.
Cada día de la semana hace una fechoría que le trae malas consecuencias. A pesar de los problemas Rucasia no se desanima porque termina el día bailando. ¡Qué divertido!
¿Qué hace el lunes?
Rucasia recoge todos los grillos que se pasean en el verano y los coloca por la noche en las ventanas de sus vecinos cuando éstos intentan dormir.
Pero… al poco tiempo le sale un grano en el dedo gordo del pie derecho. Y se lo rasca como si bailara una rumba. Golpea el suelo con el talón. ¡Baila, baila Rucasia!

—¡Ay! ¡ay! Que me picaaaaaaaa
el grano del dedo gordo del pie.

¿Qué hace el martes?
Rucasia caza pulgas, arañas, salamandras, piojos y escarabajos. Entra en la cocina del mejor restaurante de la ciudad y los va soltando sobre la comida y la cabeza del cocinero y los pinches.
Pero… al poco tiempo le sale un grano en la punta de la lengua. Y se rasca la lengua dando vueltas como un sacacorchos. Su cuerpo se mueve como si bailara un rock. ¡Baila, baila Rucasia!

—¡Ay! ¡ay! Que me picaaaaaaaa
el grano de la punta de la lengua,
y el grano del dedo gordo del pie.

¿Qué hace el miércoles?
Rucasia se va al campo junto a un río. Coge ranas y caza chicharras, pájaros carpinteros, colibrís y papagayos. Por la tarde entra en un concierto de música clásica y suelta las ranas y los pájaros, que interrumpen a Mozart y se suben a las cabezas de los espectadores y los músicos de la orquesta
Pero… al poco tiempo le sale un grano en el oído. Y se lo rasca como si bailara una milonga. Tapa y destapa el oído con la mano. ¡Baila, baila Rucasia!

—¡Ay! ¡ay! Que me picaaaaaaaa
el grano del oído,
el grano de la punta de la lengua,
y el grano del dedo gordo del pie.

¿Qué hace el jueves?
Rucasia se pasea por los tejados con grandes piedras en los bolsillos y los va tirando por las chimeneas.
Pero… al poco tiempo le sale un grano encima de la cabeza. Y se rasca la cabeza como si bailara una zamba. Cree que le ha caído la caca de una paloma. ¡Baila, baila Rucasia!

—¡Ay! ¡ay! Que me picaaaaaaaa
el grano de la cabeza,
el grano del oído,
el grano de la punta de la lengua,
y el grano del dedo gordo del pie.

¿Qué hace el viernes?
Rucasia se cuela en la Dirección General de Tráfico y desconecta los colores de los semáforos y los vuelve a conectar dejándolos todos en verde. ¡Qué desvarajuste!
Pero… al poco tiempo le sale un grano en el culo. Y se rasca el culo como si bailara un merengue. Mueve las caderas con rapidez. ¡Baila, baila Rucasia!

—¡Ay! ¡ay! Que me picaaaaaaaa
el grano del culo,
el grano de la cabeza,
el grano del oído,
el grano de la punta de la lengua,
y el grano del dedo gordo del pie.

¿Qué hace el sábado?
Rucasia entra en la fábrica de caramelos, piruletas, bombones, gomitas y regaliz. Se acerca a las máquinas y arranca todas las alcayatas. Las máquinas se paran y se desconectan y ya no hay más golosinas.
Pero… al poco tiempo le sale un grano en la punta de la nariz de alcayata. Y se rasca la nariz como si bailara un tanguillo. Huele algo repugnante. ¡Baila, baila Rucasia!

—¡Ay! ¡ay! Que me picaaaaaaaa
el grano de la nariz,
el grano del culo,
el grano de la cabeza,
el grano del oído,
el grano de la punta de la lengua,
y el grano del dedo gordo del pie.

¿Qué hace el domingo?
Rucasia está tan molesta con todos los granos que le han salido por su cuerpo que decide darse un baño. Prepara la bañera con agua templada, sales marinas y esencias de lagartija. Rucasia cierra los ojos para relajarse mejor. Se relaja tanto, que se olvida cerrar los grifos de la bañera.
Al cabo de una hora, la casa está llena de agua. Después de dos horas baja el agua por la escalera. Cuando han pasado tres horas el agua llega hasta la calle. Los vecinos están alarmados y llaman a Rucasia a gritos. Ella no contesta y piensa:
—Que se fastidien los vecinos.
Pero… al poco tiempo le sale un grano en medio de la espalda. Y se rasca la espalda como si bailara salsa. Tiene una araña que patea por su cuerpo. ¡Baila, baila Rucasia!

—¡Ay! ¡ay! Que me picaaaaaaaaa
el grano de la espalda,
el grano de la nariz,
el grano del culo,
el grano de la cabeza,
el grano del oído,
el grano de la punta de la lengua,
y el grano del dedo gordo del pie.

Y colorín y colorado.
Con Rucasia y sus fechorías
de risa me he destripado